La exclusión socio-económica, cultural y educativa que padecen los pueblos indígenas, son factores ocasionados por la reproducción de un sistema capitalista y opresor que ha repartido el capital (no solamente monetario, sino también de recursos naturales e intelectuales) solamente entre las “clases” o sectores más altos, dejando la riqueza en manos de unos cuantos y a la gran mayoría en el olvido. Ante la condición de marginación, pobreza, y la falta de oportunidades, los pueblos indígenas de México exigen y buscan estrategias para hacer cumplir sus derechos y tener una condición de vida digna y justa.
A raíz de esto y a sabiendas del gran impacto que el ámbito educativo puede tener en la formación de las personas y en la transformación de la realidad, ha surgido una corriente educativa que conocemos como Educación Intercultural, la cual trabaja por la recuperación, difusión, y valoración de los saberes culturales de los pueblos indígenas. Las bases de esta propuesta son la protección, preservación, fortalecimiento y difusión de las manifestaciones de la lengua, usos y costumbres, expresiones artísticas y tradiciones de las culturas, para la construcción de una nueva relación de los pueblos indígenas con el Estado y la sociedad, en el que el entendimiento entre ambas culturas nos lleve a relaciones de diálogo y dignidad.
Se propone llevar a cabo un conjunto de acciones que posibiliten un diálogo horizontal entre iguales, es decir, la aceptación de la diferencia y el enriquecimiento recíproco entre diferentes culturas, en un intercambio con total respeto y equidad; para que cada cultura, a través del diálogo no solamente de voz a voz, sino por medio del arte y la convivencia, se relacione con las demás culturas, las valore y decida libremente aceptar y adaptar elementos de otras, sin perder las particularidades de lo propio.
Algunos organismos que ya les dan reconocimiento oficial son: la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales, la Convención de los derechos del Niños, la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos, entre otras más de las cuales es importante reconocer su labor por la inclusión y preservación de los pueblos indígenas en el mundo.
Es a partir de esta demanda educativa, que la educación intercultural bilingüe se propone como un modelo educativo que contribuye a mejorar la calidad de vida de estos pueblos. Sobre todo propone el trabajo por una ciudadanía sin exclusiones, por una cultura democrática y de igualdad, con respeto a los derechos colectivos y a las diferencias culturales. Busca una transformación, que los alumnos se conviertan en protagonistas conscientes y activos en la transformación de su realidad. Entiende a la educación como un medio para la paz y la dignidad, a través del respeto de lo propio y la tolerancia de lo ajeno. Es a principios del S. XXI que comienza a reconocerse, por lo menos en 17 países, el derecho de las poblaciones indígenas a recibir e impartir este tipo de educación.
Algunos datos que nos permiten comprender el panorama y la importancia de implementar un modelo educativo de esta índole en un país como México, son:
- En México, 15.7 millones de personas son consideradas indígenas, de las cuales 6.9 millones hablan alguna lengua indígena. El 54.7% de ellos hablan náhuatl, maya, mixteco, tzeltal y zapoteco, entre muchas otras lenguas; y el 15.9% de los hablantes indígenas no hablan español (INEGI, 2010).
-Hay 6, 695, 228 personas que hablan alguna lengua indígena, lo que representa 6% de la población nacional.
- El analfabetismo se observa al en el 27.3% de la población indígena de 15 años o más.
- La inasistencia a la escuela se observa en el 75.5% de indígenas de 15 años y más.
Es inevitable hablar del sistema educativo que tenemos en nuestro país, pues en su práctica no ha hecho más que reproducir un esquema de homogeneización desde que somos pequeños, nos ha hecho intolerantes a lo diferente. Por otra parte se encuentra el sistema productivo, pues ha dejado de lado los recursos humanos y económicos que poseen los pueblos indígenas. La situación no es que exista una diferencia cultural solamente, sino una que hay una marcada diferencia en las oportunidades y derechos de los que se goza.
Así como todas las anteriores, existen muchísimas estadísticas que dan cuenta de la situación que se vive en nuestro país en el ámbito del tejido social, especialmente en las relaciones entre los pueblos indígenas, el Estado y la sociedad civil. Desgraciadamente esto no se ha quedado en números, sino que ha traigo consigo consecuencias como la migración de estos grupo a la ciudad para dedicarse al comercio informal con la intensión de mejorar su calidad de vida; por lo tanto, la degradación de los principales elementos culturales que los conforman.
Principales actores e instituciones involucradas
Como causa principal de la degradación cultural y la pérdida de los saberes tradicionales encuentro la discriminación hacia los pueblos indígenas. Hablar de la discriminación es hablar de distinción o exclusión de una raza por su color, su origen, por su lengua. En este caso se desconocen la igualdad, los derechos humanos y las libertades políticas, económicas, sociales y culturales de este grupo de personas.
En nuestro país, a los grupos indígenas y a las minorías étnicas se les ven discriminados por medio de actitudes y acciones que los hacen sentir excluidos y marginados por una gran parte de la población que se siente superior por tener acceso a los derechos y oportunidades que estos grupos no han tenido. Por otra parte, el hecho de tener una apariencia física, lenguaje, cultura y tradiciones diferentes a la de la mayoría de la sociedad, son factores que han hecho que se les considere inferiores. Esta situación los ha llevado a la poca participación en la distribución de las ventajas de la cooperación social y provocada restricción de sus derechos, lo que los mantiene en cierta desventaja con respecto al resto de la sociedad. Históricamente no se les ha permitido formar parte de la construcción política, económica, social y cultural del país, lo que se traduce en prácticas e instituciones no incluyentes por parte del gobierno y de la sociedad civil.
En base a la lectura “Los pueblos indígenas de México” de Aldo González, podemos afirmar que no solo la sociedad civil es quien se ha encargado de discriminar a los pueblos indígenas excluyéndolos o no aceptándolos, sino que el mismo gobierno ha establecido políticas públicas en los ámbitos económicos y de desarrollo social que se caracterizan por uno, o más, de los siguientes puntos:
- La falta de reconocimiento pleno de sus derechos colectivos y de consulta al efectuar las modificaciones a las leyes que los involucran.
- La militarización y paramilitarización de las regiones indígenas del país.
- La disminución de apoyos al sector rural, acompañado de la baja de precios a los productos del campo.
- La prospección, saqueo y contaminación de los recursos naturales ubicados en sus tierras.
- La agresión a sus formas de organización mediante planes y proyectos que implican la destrucción de las instituciones indígenas, sin permitir su participación en el diseño y operación de los mismos. (González, s.f.)
Los derechos sociales (educación, vivienda, salud, seguridad social, servicios básicos y alimentación) para este sector de la población también son violados a causa de la discriminación. De hecho, el 93.9% de la población indígena no cuenta con al menos uno de estos derechos, al menos ocho de cada diez mexicanos aseguran que sus derechos no han sido respetados por motivo de sus usos y costumbres, cultura, color de piel, apariencia física o situación económica (ENADIS, 2010).
Uno de estos derechos tiene que ver con la EDUCACIÓN, sobre todo una educación que esté diseñada en base al respeto y la conservación de los elementos culturales de los pueblos indígenas. Aunque existen escuelas, en muchas ocasiones los niños y jóvenes son discriminados a causa de su cultura. Otro fenómeno importante es la deserción escolar, y sobre todo la degradación de la lengua a causa de planes y programas educativos basados en la homogeneización de la cultura.
Creemos que el principal reto tanto del Estado, como de la sociedad civil, y los trabajadores de la educación, es apostarle a la conservación y difusión de los principales elementos culturales y saberes tradicionales de los pueblos indígenas de México. En tiempos como en los que vivimos ahora es de suma importancia recuperar y transmitir parte de las culturas indígenas de nuestro país porque a través de ellas es que expresan sus ideales de transformación para tener una sociedad más justa, más íntegra, más equilibrada.
La erradicación de la discriminación hacia los pueblos indígenas y la reconstrucción del tejido social a través de la inclusión por medio de la difusión de algunos de los saberes tradicionales de los grupos que habitan en nuestro estado, para que se conozcan, valoren y conserven sus rasgos culturales. Además de la creación de un espacio en donde se puedan transmitir y difundir conocimientos tradicionales para lograr el objetivo específico por medio de la convivencia y el intercambio cultural.
Enriquecer a los alumnos de origen indígena con el desarrollo de su lengua, para que de esta manera sea más el valor y entendimiento que le da a su propia cultura y cosmovisión, pero a la vez el aprendizaje del castellano como lengua compartida y de comunicación con la sociedad occidental. A través de la lengua es que pueden comprenderse muchas cosas sobre la propia identidad, pero el castellano permite ahora un diálogo de intercambios culturales entre las distintas partes.
Pero sobre todo es importante, más que la lengua, que los planes, contenidos y actividades educativos, estén adecuados al contexto en el que se trabaja y que sean de utilidad para la comunidad misma y su desarrollo. Es necesario RE-PENSAR la relación entre conocimiento, lengua, cultura, interculturalidad y diálogo horizontal.
Esto además de la importancia de desarrollar estrategias pedagógicas, capacitación docente, contenidos y didácticas, pautas de evaluación, y gestión escolar y educativa desde una visión social INTEGRAL, desde la DIVERSIDAD y la INTERCULTURALIDAD.
Finalmente, recuperamos para nosotras es urgente trascender el propio ámbito indígena para impregnar la educación de TODOS, de manera que todos tomemos conciencia, al menos, de la existencia de los indígenas, así como de sus particularidades y riquezas socioculturales
A través de esta experiencia descubrimos que la educación indígena nos sigue interesando porque las dos hemos tenido la oportunidad de estar más de cerca de las comunidades, y sabemos lo especial y rico que es este escenario. Nos interesa mucho seguir conociendo sobre la población indígena en México y sus procesos, pero definitivamente este es un campo laboral para el que hay que tener mucha vocación, pues hay que hacer una búsqueda profunda para encontrar un escenario dónde llevar a cabo la práctica educativa.
Nos quedamos con una espinita porque buscamos muchísimo, hasta el cansancio, nos acercamos a diferentes personas de diferentes ámbitos y realmente no pudieron ayudarnos mucho, pues es raro que existan este tipo de proyectos, sobre todo estando en una región que no es precisamente (oficialmente) indígena.
Quisimos asistir a una escuela donde se impartieran clases aquí en la Zona Metropolitana de Guadalajara, nos topamos con información de instituciones como la CEI (Comisión Estatal de Derechos Indígenas) donde nos platicaron que aquí en la zona metropolitano no existen escuelas indígenas. Para nosotras es un dato importante, porque sí hay población indígena habitando en dentro de la ZMG. Finalmente encontramos escenarios que son de carácter Privado, sobre todo relacionados con el ITESO y los Jesuitas, que bien se sabe de su gran labor en cuestión de derechos humanos.
Los datos encontrados en plataformas y bases de datos como el INEGI y el COEPO nos permiten encontrar información que nos sirve para realizar un análisis de la realidad en cuestión de la población indígena en México y en Jalisco, de la Educación Indígena Intercultural, de las escuelas y docentes que dedican su trabajo a la transmisión y conservación de los elementos culturales de los grupos indígenas y su diversidad.
En realidad hay poca información, logramos encontrar algunos datos a nivel nacional y algunas otras gráficas sobre las escuelas indígenas que hay en México. Notamos la dificultad para encontrar datos sobre educación media, media superior y superior, y esto nos hace preguntarnos qué es lo que pasará con los niños que asisten a las pocas escuelas de educación indígena.
Estar más en contacto con esta realidad, que finalmente fue dentro de escenarios de educación no formal, nos ayudó a tener un panorama más amplio sobre la situación actual de las comunidades indígenas en Jalisco, originarias o no del Estado, sobre todo en cuestión de educación, de la falta del cumplimiento a sus derechos y de oportunidades. Nos lleva a preguntarnos cómo es que nos queremos desenvolver como profesionistas, qué es lo que queremos transformar y cómo vamos a lograrlo.
Concluimos que definitivamente en México, y en el estado de Jalisco, es necesario implementar de manera urgente un modelo de desarrollo y de cumplimiento de nuestros derechos, pero de igual manera se necesita que la sociedad mexicana esté dispuesta a participar de manera activa en la construcción de este cambio y debemos comprender que no podemos imponer a otras culturas ni tratar de ser homogéneos, sino saber convivir de la mejor manera a pesar de que creamos en cosas diferentes o nuestros estilos de vida puedan ser distintos.
Confiamos firmemente en que este tipo de proyectos son los que servirán para que los que confiamos en la locura de la autonomía y la resistencia contra el sistema, nos agarremos de ahí para hacer crecer esta ideología de la justicia y del cumplimiento de los derechos fundamentales. De esta manera, recuperar el equilibrio y la armonía, revalorar los saberes tradicionales y la cultura de los pueblos; y aunque estemos en nuestra ciudad ya llena de edificios y de tráfico y de consumismo y puras cosas artificiales, podamos recuperar la calidad de vida para todos.
Aunque el estado debe proteger, respetar, promover y garantizar estos acuerdos para una mejor vida de los pueblos, todo esto también es tarea nuestra y empieza, por lo tanto, desde nosotros mismos y nuestro actuar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CDI. (s.f). Consulta sobre mecanismos para la protección de los conocimientos tradicionales, expresiones culturales, recursos naturales, biológicos y genéticos de los pueblos indígenas. CDI. En: http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_docman&task=doc_details&gid=204
CDI. (s,f). Sistema de información e indicadores sobre la población indígena de México. CDI. En: http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=category&id=38&Itemid=54
COEPO. (2010). La población indígena de Jalisco. Guadalajara. COEPO. En: http://coepo.app.jalisco.gob.mx/PDF/LibroDesarrollo/capitulo8.pdf