Durante esta entrada, les relataré una de mis experiencias que he vivido en el ámbito dónde estoy haciendo mis prácticas. El jueves 31 de octubre y el viernes 1 de noviembre tomé un taller en dónde se explicó la importancia y objetivo que tiene el hecho de crear farmacias vivientes, para de alguna manera, proteger el medio ambiente.
Una farmacia viviente se concibe como la interacción que se establece entre los seres humanos y las plantas medicinales, a través de un proceso de reproducción equilibrado en un espacio, tiempo y ambientes determinados. También como un conjunto de especies establecidas en un lugar preciso que son aprovechadas racional y permanentemente por los seres humanos, para prevenir o curar enfermedades.
Tiene como objetivos, favorecer la reflexión de la población en torno a los problemas de la Medicina Ortodoxa para generar alternativas de solución a partir de los propios recursos naturales; y el hecho de que contar con espacios de Farmacia Viviente en las localidades, servirá para que se conozcan las especies de plantas físicamente, así como sus propiedades medicinales. Teniendo un fin de Educación Ambiental, de rescate de especies en peligro de extinción y del aprovechamiento sustentable curativo de dichas plantas.
Una farmacia viviente.
En la actualidad, la pérdida de biodiversidad en el país, en el aspecto de especies vegetales, es una causa de preocupación. Mediante las farmacias vivientes, esta problemática tiene una esperanza de ser controlada, al lograr que en un espacio interactúen ser humano-planta, como proveedor de recursos terapéuticos. Con el fin de tener también, una utilidad educativa y didáctica. Además de que se constituye como un espacio de conservación de especies para favorecer su reproducción, rescatarlas de que se encuentre en peligro de extinción, y para usarlas de forma sustentable.
Las plantas medicinales mexicanas se han utilizado en forma directa o como materia prima para la preparación de ungüentos, pomadas, extractos, infusiones, etcétera. Han sido la base para la fabricación de medicamentos de patente, comercializando las sustancias contenidas en los vegetales o como base para la síntesis de derivados; razón por la cual siguen siendo muy importantes no sólo en la medicina tradicional, sino en general en la medicina moderna. Además de que han formado parte importante de la historia y cultura de los pueblos indígenas. El uso y aplicaciones para el remedio de enfermedades, constituye un conocimiento que se transmite en forma oral de generación en generación.
En mi taller, que fue impartido por la Sra. Eva, aprendí durante la parte teórica, acerca de la información que mencioné anteriormente y sobre de algunas propiedades medicinales de plantas. Como por ejemplo que la albahaca se puede utilizar como una medicina digestiva, antioxidante y para reducir espasmos intestinales; la guayaba evita la caída del cabello y es muy bueno comerla cuando se tiene diarrea; o que la bugambilia sirve para curar la tos y aliviar las vías respiratorias, además de que disminuye el acné y quita cálculos renales y el dolor de estómago.
Durante la parte práctica, realizamos un recorrido por la farmacia viviente que tienen en el vivero Los Colomos y recolectamos algunas plantas. Después también hicimos una caminata que nos mostró los alrededores del vivero y al final, nos pusimos a elaborar algunos productos con las plantas que recogimos, a la vez de que Eva nos iba explicando el proceso de preparación. La verdad es que esta parte fue sumamente entretenida, ya que entre todos los participantes ayudamos a preparar los diferentes ingredientes para elaborar los productos. Lo que complicaba el proceso era tener identificadas las plantas, para no revolverlas, ya que cada una tenía un uso específico. Entonces a cada rato se escuchaba decir: ¿Cuál es esta planta? O ¿Si es esta la que se necesita para la caléndula?, etc.
Al final de la práctica se lograron terminar cuatro productos naturales elaborados con plantas, los cuales fueron: un shampoo, una pomada para quemaduras, una pomada de caléndula y un talco para pies.
La verdad es que me gustó mucho tomar este taller, porque yo no sabía la importancia que tienen las farmacias vivientes para la conservación del ambiente, o para fomentar la educación ambiental. Además de que ya tengo una forma de hacer medicina desde mi casa!!!
